Hace apenas unos minutos finalicé la lectura de varios comentarios realizados a distintas columnas de opinión en Guatemala. Algunos de ellos no solo justifican "el asesinato" de personas, por miembros de las fuerzas armadas de Guatemala , sino que creen que tal actividad es un castigo justo para la interrupción de carreteras. Tales posturas atentan contra las bases de nuestra organización socia. El punto principal es que el ESTADO NO DEBE ORGANIZARSE PARA ASESINAR A SUS CIUDADANOS.
Por una parte, nuestra Constitución establece que el Estado se organiza para proteger la vida. Es decir, no existe ninguna justificación para que el Estado actué de forma contraria a este precepto constitucional; si así fuera, siguiendo los mecanismos del caso, este tipo de comportamiento sería ilegitimo e ilegal, en último termino.
De forma independiente al hecho concreto ocurrido recientemente, no podemos pretender que distintas opiniones, muy relativas a cada caso, y generalmente afectadas por la manipulación y los medios, tengan validez para la generalidad, ya que no solo atentan contra las bases legales de nuestra organización, sino que son ilógicas para formar una opinión general.
En todo caso, el respeto a la vida es algo presente en toda comunidad en todo tiempo, independiente de los episodios racistas y fascistas que se han tenido en el mundo.
Es legítimo tratar de comprender opiniones, pero no deben tolerarse aquellas que desvalorizan la vida de las y los otros. Ninguna DISCUSIÓN es razonable cuando se planten argumentos que contradicen los principios básicos, necesitamos puntos mínimos y reglas para argumentar y debatir ideas.
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