En enero de 2012 concluirá el período de gobierno de la administración 2008-2012. Con ello, “36” presidentes habrán conducido, para bien o para mal, un tipo de administración de gobierno, ¡Los presidentes pasan las instituciones quedan! También se habrán cumplido 15 años de la firma de la paz (1996) y un poco más de 25 años de haberse promulgado una nueva Constitución Política. ¿Qué situación podría imperar el día que se entregue la administración?
Inicialmente debe evitarse caer en un error conceptual, la situación general del país no es la suma de las distintas partes; no debe diluirse, en terceros, la responsabilidad de la conducción política. Las acciones de orden inferior a lo general son “responsabilidad legal” de los Ministerios u otros órganos públicos. Siendo así, ¿Cuáles ideas y que magnitudes definen la situación general del país? y ¿cómo evitamos el particularizar cosas que no corresponden a esa generalidad de política? Para tal efecto, propongo dos ideas: la primera la he denominado “la condición del progreso” y la segunda la relaciono a un recuento de variables, las cuales indicarían los resultados generales.
La condición del progreso consiste en el aspecto necesario para lograr una gestión adecuada de la política general. Como mostraré en otro post, para esta administración, el escaso logro de resultados y por ende el continuismo inercial de la deteriorada situación del país, o al menos la no existencia de cambios sustanciales, puede explicarse por la incapacidad para formar, coordinar e implementar una política general adecuada, mal que por cierto padecen la mayoría de gabinetes de gobierno en Latino América. Muestra de ello es la temprana destitución de varios miembros del equipo inicial, por razones por demás obvias, y la posterior alta rotación de funcionarios, quienes no lograron implementar una política coherente. Lo anterior a pesar de que existía cierta coherencia lógica de prioridades, por lo menos en materia de focalización del gasto, lo que se evidencia al contrastar el discurso inicial de toma de posesión. En todo caso, de los logros alcanzados, poco se pudo transmitir al hacer lo acostumbrado: informar de todo a todos.
La próxima administración tendrá un reto inicial, retomar la condición para progresar, lo que consiste en gestionar los gabinetes encauzándolos al logro de los resultados esperados por la política general(incremento del empleo, crecimiento, reducción de la pobreza, inclusión, etc.).
Posteriormente abordaré la situación que pienso imperará en los indicadores generales, al momento que la nueva administración tome posesión.
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