lunes, 2 de marzo de 2015

Edgar Reyes Escalante: en agradecimiento al colega economista

Todos los fines de años regalo los libros y documentos que he leído, no me ha gusta tener a las aves prisioneras. Sin embargo, siempre hay excepciones y una de ellas, que me gusta pensar llegó para acompañarme, es Instituciones y Economía: una introducción al neoinstuticionalismo económico de José Ayala, Fondo de Cultura Económica, Primera Edición, 1999. Lo atesoro por varias razones, pero la principal es que este pequeño libro de pasta verde, por muchas tardes sirvió para el dialogo con el Economista Edgar Reyes – Reyes Escalante-. Hace un par de años regresé “nuevamente” a Guatemala  y me enteré del deceso físico de “Reyes Escalante” – así le decía-  y es a su memoria es que escribo estas letras para preservar  lo que viví en sus apuntes de clase, cuando fui su profesor auxiliar, cuando fuimos colegas docentes y luego colegas de trabajo. Perdonarán la referencia a hechos de mi vida, pero ha sido mi caminar el que ha tenido la suerte de sentirse acompañado.

I.                    De los apuntes Problemas Socioeconómicos de Guatemala y los primeros años en el área profesional

En el año 1994  me matricule en la carrera de Economía de la Universidad de San Carlos. Devorando varios libros, llegó a mis manos el folleto de apuntes denominado “Problemas Socioeconómicos de Guatemala” de Edgar José Reyes Escalante, material que tenía un enfoque introductorio general y de principal interés para los que posteriormente escogiéramos dicha carrera. Algunos introdujimos los pies al agua con dicho libro, recuerdo su pasta celeste y si no estoy mal su costo  de Q. 5.0 –Precios, precios y precios- . Durante esos primero años de área común, el libro de apuntes era parte de la colección de apuntes básicos y reproducidos de forma masiva en la Facultad de Ciencias Económicas de la Tricentenaria.

Años después, como solía pasar en la llamada área profesional, los estudiantes de economía siempre fuimos un grupo de no más de 15 personas por salón y los que éramos de 20 años éramos mucho menos. De allí que para  “nuestra patojez “la idealización de nuestros profesores era obsesiva, como ocurrió aquella vez que supimos que el Economista Piedra_Santa Arandí estaría con nosotros, era el primer economista que conocía que había estudiado en Harvard, recuerdo que su exposición versó sobre las regalías en la industria minera, allí comprobé la calidad de profesores que se tenían y sobre todo el compromiso coherente por los asuntos públicos, aspecto similar al que se dejaba ver en el libro de Reyes Escalante y otros como los de Falla o de Rigoberta Menchú.

La vida estudiantil de aquellos años fue siempre de reflexiones, de cuestionar el orden establecido y fue en ese ambiente que conocí a Reyes Escalante – siempre le dije así-, recuerdo que fue en el S6, durante una reunión de una coordinadora de estudiantes que queríamos hacer, como un grupo de estudiantes alterno a la AEU. Cuando convocamos a los estudiantes de Economía el salón se abarrotó, especialmente por muchos infiltrados. Al terminar la reunión me encontré a Reyes Escalante con esos lentes sobresaliente y me preguntó por lo que hacíamos, al contarle me dijo “qué bueno que se organicen “y se marchó sonriendo.

  II. De la experiencia de ser su auxiliar de catedra a ser su ahijado como economista

Para el año 1998, tenía 23 años cuando me aceptaron en el Programa de Estudios Superiores del Banco de Guatemala y de la Universidad Landívar, habiendo cerrado cursos, contando con tiempo disponible, opté por la práctica docente y  me asignaron apoyar el curso de Problemas Socioeconómicos de Gutemala.  Fue allí donde iniciamos a conversar más seguido con Reyes Escalante, que era algo así como coordinador del curso, así, terminando el año , concluían cinco años de universidad y yo terminaba mi pre grado en el curso en el cual ese libro de apuntes fue creado. Pasó algo interesante en esos años y fue que algunos estudiantes fueron muy críticos del material del profesor, yo que era estudiante de postgrado siempre lo consideré oportuno para la introducción, lastimosamente nunca hable con Reyes Escalante sobre si él seguía a gusto, pocos sabían que él también era investigador y por decirlo así podía “subir el nivel”.

Ya para el año 1999 estaba terminando el  postgrado y salió a concurso una plaza de profesor auxiliar del Curso de Metodología de la Investigación. Participé y la gané, empecé un poco  con miedos puesto que esa clase era la primera vez que se daba con el nuevo plan, pero había recibido cursos en el Programa. Por cuestiones de la vida, Reyes Escalante fue el profesor titular y así fue como pasé mi primer semestre en docencia en San Carlos; dado que era estudiante de tiempo completo en el postgrado, tenía todo el tiempo para investigar y preparar la clase, al día de hoy tengo presente a Imer Lakatos y una de las preguntas que consignamos en el material de clase ¿si el monetarismo era o no parte de un programa de investigación lakatosiano?.   Nos juntábamos todas las tardes antes de clase a veces yo llegaba a la Universidad solo para conversar, en cierta ocasión llevó un pequeño libro verde, ya había leído cerca de la mitad, y como yo veía que el leía cosas que me resultaban interesantes, le pregunté de que trataba el libro y me respondió que era de institucionalismo; al otro día me lo compré en el Fondo de Cultura Económica y empecé a leerlo. Al contarle de mi reciente adquisición, me dijo que lo discutiríamos de cuando en cuando y fue así como antes de clases nos embarcábamos en la discusión, fueron hermosas esas tardes y aprendí y aprendimos de “law and economis”, teoría de la firma, costos de transacción y otros; para mí acotada educación en abordar fenómenos multidicplinarios, la fusión de la metodología y este libro fue deslumbrante, por ratos añoro  esas tardes de ese pequeño cubículo del segundo nivel del s6  ¡fue un semestre para recordarlo toda mi vida!.  

Durante ese semestre también aprendí de su forma de dar clases: pausada, tranquila, sería, no tan socrática, no daba treguas a la ambigüedad, y utilizaba muy bien sus gestos, a los años ya no sé si como en aquellos otros años lo idealizo, pero en fin, también hay sesgos que son sabidos y apreciados. Pasados los exámenes privados, un día de esos, le pregunte si me daba el honor de asesorarme en mi tesis; ya que prácticamente tenía todo listo y quería hacer algo rápido, opte por un modelo econométrico y simulación de la dinámica de deuda en Guatemala, con mucha tranquilidad me respondió que no, ya que no era su campo, su  honesta respuesta fue un parte aguas. Reyes Escalante fue mi padrino de graduación de grado de Economista y fue un gran honor llegar a ese salón del S8 para que me pusiera el birrete, aún me siento honrado por ello.

III.                De las ideas institucionales en otros países y del  colega docente y profesional

Terminado la carrera universitaria y el postgrado apunte a culminar la maestría en Finanzas, la cual no  me llevo más que 6 meses.  No fue mayor problema encontrar trabajo con el título del Postgrado de Estudios Superiores. Sin embargo, en mi quedó instalado ese animalito del institucionalismo y la política; y  así, un día fui a visitar al profesor Reyes Escalante y le comenté que había ganado una beca de estudios de Maestría en la Universidad de Tucumán, note su felicidad por ello, la cual considero sincera y me animó a partir sin darle más vueltas, y fue así que a los 25 años me encobraba en Argentina cursando la Maestría en economía, fueron tiempos de mucho aprendizaje y tuve la oportunidad de  ser alumno de algunos de los economistas que algunos clasifican como los mejores del mundo y entre ellos al profesor Tommasi, heredero y defensor de la escuela de Chicago y fundador del enfoque de costos de transacción en políticas. En esos años opté por trabajar instituciones y ese pequeño libro verde todavía me ayudó bastante, en inicios fue el profesor Tommasi mi guía de tésis y en cierta oportunidad me pregunto qué haría y desde luego le comenté que me gustaría terminar el doctorado en Argentina, extrañamente a la misma fecha la Escuela de Economía de Londres estaba en reclutamiento en Argentina y cuando me entrevisté le comenté que me interesaba metodología, volvió a salir Lakatos y desde luego el institucionalismo. Con el cerrar del año 2002 valoré cosas personales y decidí regresar a Guatemala, de esa cuenta decidí dar por cerrado mi andar académico, que un postgrado y dos maestría serían mi versión de doctorado a mis 26 años.

Iniciando el 2002 regresé a Guatemala, a inicios de 2003 me contactó Reyes Escalante y por su recomendación inicie a ser profesor de maestrías, ese fue el inicio de una larga carrera de unos 9 años.  Nos reunimos varias veces, más nunca hablamos de cosas personales, desconozco del porque de ello; siempre hablamos de economía y de la universidad, yo le contaba lo hermoso de Argentina pero más de las nuevas corrientes de pensamiento, especialmente de lo que en Estados Unidos le llaman Positive Political Economy, algunas ideas novedosas salieron. Por allí en 2005 regrese a San Carlos como Profesor Titular del curso de Economía Política y descargué toda la nueva escuela de costos de transacción y no pude resistir el escribir material de apoyo, el cual aún conservo sin editar, tiene errores de redacción y ortografía, pero quiero que siga así,  ya que fue mi versión de ese libro de Problemas Socioeconómicos; tal vez algún día lo reedite.

Con los años nos distanciamos con Reyes Escalante y cierta mañana me asignaron de SAT a trabajar una ley. De esa cuenta llegué al nivel 18 del Ministerio de Finanzas, la consigna era sencilla, teníamos dos semanas para plantear una nueva ley de Alianzas Público Privadas. Al ingresar a la mesa de trabajo gratamente me encontré al Profesor y de esa cuenta fue que trabajamos en dicha propuesta por dos semanas. Sobre dicho proyecto habría muchas cosas que discutir, pero no es el caso, más me interesa recordar que él era la roca que resistía las envestidas de intereses, siempre argumentaba desde la economía.

Posteriormente, como suele ocurrir, nos dejamos de hablar por unos años, a pesar de que yo llegaba recurrentemente a San Carlos a impartir docencia en Maestrías, no tuve la oportunidad de contarle que después de años nuevamente me embarcaría a estudiar, cerrando esa parte que quedo pendiente, cosa que realice en 2011 partiendo a Chile a estudiar ahora  gestión y políticas públicas.

Agradecimiento

Regrese a Guatemala hace dos años y hace un año me comentaron de su fallecimiento, cosa que me entristeció profundamente, solamente estuve en su casa una vez y de su hogar note la calidez que uno espera en los hogares. Quizás por personalidades nunca tuvimos la oportunidad de hablar de otra que no fuera de economía, me recordó mucho la historia de aquellos monetaristas que se alimentaban con monetarismo e hicieron de ello su vida en la universidad de Chicago. De eso ha pasado ya un año.

Cuando inicié a escribir estas palabras y ahora que termino tengo sobre el escritorio este libro verde, al ojearlo nuevamente veo el abundante número de anotaciones que consigné cuando hablamos con Reyes Escalante, entre ellas frases subrayadas y cuestionamientos como ¿Cuál es la teoría? ¡!Afirmación poco robusta!!. El  capítulo VII de dicho libro está dedicado a los contratos y su tercera cita dice “Los economistas comienzan a hacer una “ciencia del contrato” más que una “ciencia de la elección….” citando a Buchanan, y ahora, a su memoria, le cuento al profesor que así fue, que en la presentación realizada a la Sociedad Chilena de Políticas, amarré por una parte las ideas de Williamson y de Ostrom y las ideas discutidas en esa vieja sala del S6, en aquel lejano semestre del año 1999. Son los años los que van tornando amarillas las hojas de ese libro pero también son los años los que han mantenido verde un pequeño árbol de conocimientos. 

Por todo ello y por tener el honor de haber sido el portavoz de nuestra ideas en otros países, sencillamente gracias querido colega. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario